Vamos a hablar de la historia de algo que todos conocemos: El vino.
Todos sabemos que es el vino es una bebida alcohólica hecha de uvas fermentadas. La levadura que tiene el vino consume el azúcar de las uvas y lo convierte en etanol y en dióxido de carbono, liberando calor en el proceso. Según el tipo de uva, según la levadura y según la zona en la que se haya producido el resultado es muy diferente. Por eso hay diversas variedades de uva y diversas variedades de vino.
La palabra vino viene del latín "vinum" que tiene un origen indoeuropeo, como se deduce del hecho de que en otras lenguas indoeuropeas se dice de una manera parecida la palabra vino.
¿Pero cuál es el origen del vino?
La historia del vino
Se discute si se produjo por primera vez el vino en China o en Armenia.
En China, en la provincia de Henan, alrededor del año 7000 antes de Cristo, se producía una bebida que según el Dr Patrick McKeown, qué es uno de los científicos del vino más conocidos, fue la primera bebida alcohólica descubierta.
En Armenia y Georgia sobre los años 6100 a 6000 aproximadamente, empieza a desarrollarse el vino en una zona que está delimitada por el Cáucaso, por los montes Zagros, por el este Anatolia y por la región del río Éufrates. De hecho la primera vinería de la historia se ha encontrado recientemente en el año 2016 y estaba situada en Armenia. Como el lugar donde se encontró estaba muy cerca de un lugar de entierro, se considera que tenía una función ritual.
Posteriormente el vino se utiliza también en el antiguo Egipto. Se colocaba en ánforas, que eran unas jarras con un cuello muy estrecho y dos asas. En las pinturas del antiguo Egipto se vea la importancia que tenía la recolección de uvas que posteriormente se pisaban y se colocaban en ánforas a fermentar. Como el vino tinto se asemeja a la sangre, los antiguos egipcios lo utilizaban en muchas ceremonias religiosas relacionadas fundamentalmente con Osiris el dios de la resurrección, aunque también lo utilizaban para propósitos medicinales. Aunque lo que más se usaba is el vino tinto, también se utilizaba el vino blanco, cómo se demuestra por el hecho de que se encontró vino blanco en la tumba del propio Tutankamón.
Por influencia de los egipcios, los fenicios empiezan también a utilizar el vino si entran en contacto con los judíos que lo utilizan también para cuestiones de carácter religioso. Los fenicios extienden el vino por toda la región del Mediterráneo y por influencia de ellos los antiguos griegos empiezan también a utilizar el vino. De hecho le dedican al vino el dios Dionisos, en cuyas fiestas se bebía mucho vino. Los griegos extienden el vino por todo el Mediterráneo y los llevan entre otros lugares a Sicilia, de donde pasará a Roma.
Los romanos, como casi siempre, lo que hacen es coger el sistema que tenían los griegos y lo perfeccionan y hacen más eficaz la producción para que sea más rápida y a un menor coste. Utilizan una prensa de vino llamada torculum para aplastar las uvas y separan el zumo de la uva de las pieles con una especie de colador. A veces ese zumo se hervía y posteriormente se fermentaba en ánforas que se enterraban en la tierra o incluso en el agua. El vino formaba parte de la vida diaria de los romanos, aunque las calidades lógicamente variaban mucho de los vinos que bebían los ricos a los vinos que bebían los pobres.
Posteriormente los romanos extienden con ellos el vino y los llevan a España y también a diversas regiones de Francia como las que actualmente se denominan Ródano, Borgoña, Burdeos, Loira o Champaña y también lo extienden por el Danubio.
Cuando empieza la época del cristianismo en el imperio Romano con Constantino el Grande, el vino hace una función fundamental en la Eucaristía por representar la sangre de Cristo.
A partir de 1492 con la época de los descubrimientos los españoles llevan el vino al Nuevo mundo y así establecen cultivos de vinos en Chile y en la actual provincia de Mendoza. A finales del siglo 17, fray Junípero Serra lleva el vino a San Diego en la alta California y establece allí la primera vinería.
Es a principios del siglo XIX cuando el escocés James vi los lleva Australia y posteriormente de ahí a Oceanía.
La vuelta del vino China se produce con la expansión económica de China que empieza a demandar más vino convirtiéndose en una región muy consumidora de vino intentando realizar su propia producción de vino aunque si bien empezó muy fuerte posteriormente decayó quizá porque en China no se daban las mejores condiciones para el cultivo de vino o porque se prefería importar el vino de otros lugares en que había más tradición. En todo caso parece que el vino ha venido para quedarse y de hecho el único lugar del mundo en el que no existe ninguna plantación del vino es en la Antártida.