La fiebre del huevo, tuvo lugar durante la fiebre del oro de California, a mediados del siglo XIX.
San Francisco experimentó una repentina afluencia de buscadores de oro, lo que aumentó la demanda de alimentos y provocó una escasez de huevos. Como resultado, el coste de los huevos aumentó drásticamente, llegando algunos a venderse a 3 dólares por huevo, unos 90 dólares en moneda actual.
Las Islas Farallón situadas a unas 30 millas de la costa de San Francisco, eran una buena zona para la recolección de huevos porque albergaban una población considerable de aves marinas.
Para obtener los valiosos huevos, los "hueveros" se enfrentaban a aguas agitadas, acantilados precarios y aves hostiles.En un esfuerzo por reducir los daños medioambientales, en 1853 el gobierno federal concedió a una empresa los derechos exclusivos de recolección de huevos.
Sin embargo, esta práctica acabó contribuyendo al colapso de las poblaciones de aves marinas. Las islas Farallón son ahora un refugio protegido para la vida y las aves marinas.