Cuando pensamos en guerras civiles devastadoras, pocas veces se menciona la Rebelión Taiping. Sin embargo, se trata, probablemente, de la mayor guerra civil de la historia y uno de los conflictos más mortales, comparable incluso a la Primera Guerra Mundial en número de víctimas. Entre 1850 y 1864, la Rebelión Taiping segó entre 20 y 30 millones de vidas y transformó para siempre el destino de China. Su origen: un hombre convencido de ser el hermano menor de Jesucristo.
El Origen: Hong Xiuquan y una Visión Celestial
Hong Xiuquan nació el 1 de enero de 1814 en una humilde granja de la provincia de Guangdong, históricamente conocida como Cantón. Desde muy joven demostró ser brillante, lo que llevó a sus padres a invertir en su educación con la esperanza de que ascendiera socialmente mediante los exámenes imperiales, el sistema tradicional que permitía acceder a cargos públicos en China. No obstante, estos exámenes eran extremadamente duros, con una tasa de aprobados de entre el 1% y el 5% en los exámenes secundarios.
A pesar de sus capacidades, Hong falló repetidamente en los exámenes imperiales. Tras su tercer fracaso en 1837 sufrió una crisis nerviosa: postrado en cama con fiebre alta, experimentó un delirio que marcaría el resto de su vida. En su visión, se encontró en el cielo con un padre celestial, una madre, un hermano mayor (Jesucristo), una cuñada, esposa e hijo. El padre celestial le entregó una espada y un sello, encargándole la misión de librar al mundo de demonios junto a Cristo. Incluso vio a Confucio siendo castigado por desviar a China del camino correcto.
La conclusión de Hong fue clara: debía limpiar China de la corrupción manchú, devolver el poder a los Han (grupo étnico mayoritario chino), restaurar la fe en el emperador legítimo y en las creencias originales chinas. Convencido de su misión divina, comenzó a predicar una interpretación propia del cristianismo y fundó junto a Feng Yunshan la Sociedad de Adoradores de Dios.
Un Movimiento Religioso y Social
La Sociedad de Adoradores de Dios no era solo un movimiento religioso: también abordaba las duras condiciones de vida de campesinos, mineros y trabajadores. Hong promovía la propiedad compartida y reformas sociales radicales, propuestas que calaron hondo entre los más desfavorecidos.
Un factor clave para el crecimiento del movimiento fue el hecho de que la dinastía gobernante, los Qing, era manchú y no Han. Los Qing habían tomado el poder en 1644 tras el colapso Ming y establecieron un imperio multiétnico que incluía Mongolia, Tíbet, Xinjiang y Taiwán. Aunque inicialmente próspero, el imperio Qing sufrió con el tiempo problemas de corrupción, explosión demográfica y crisis económicas. Bajo este contexto, la promesa del “Reino Celestial” resultaba irresistible para millones.
En pocos años, la Sociedad pasó de unos pocos miles a más de un millón de seguidores armados y disciplinados. Entre 1849 y 1850, una gran hambruna asoló el sur del país. Las autoridades Qing comenzaron a perseguir al creciente movimiento Taiping y en 1850 estalló formalmente la rebelión en Guangxi.
El Reino Celestial Taiping
En enero de 1851, Hong Xiuquan se autoproclamó “Rey Celestial” del Reino Celestial de la Gran Paz (Taiping Tianguo). El ejército Taiping ganó su primera gran batalla en Jintian ese mismo año y comenzó una imparable campaña hacia el norte.
Vestidos con chaquetas rojas, pantalones azules y cabello largo, los taiping conquistaron rápidamente grandes territorios del sureste chino. A mediados de 1853 ya habían capturado las ciudades clave de Anqing, Wuchang y Nanjing. Esta última fue declarada “Capital Celestial” (Tianjing) y rebautizada como tal.
En Nanjing, los taiping masacraron a la población manchú local, dejando claro que la rebelión tenía no solo un componente religioso sino también étnico (Han contra Manchúes).
Éxitos y Fracasos Militares
Desde Nanjing lanzaron expediciones al norte (fallida en su intento de tomar Beijing) y al oeste (más exitosa). La guerra fue inicialmente favorable a los Taiping gracias a la desorganización Qing.
Sin embargo, tras establecerse en Nanjing, Hong Xiuquan se alejó del gobierno directo y se volcó en lujos y proclamaciones religiosas. Esto generó graves conflictos internos: Yang Xiuqing (el rey del Este) comenzó a cuestionar las políticas de Hong; este respondió con una purga brutal (el incidente de Tianjin en 1856), en la que Yang y mil seguidores fueron asesinados. Luego ejecutó también a Wei Changhui; otro comandante clave, Shi Dakai, huyó con sus tropas ante el temor por su vida.
Estas divisiones debilitaron mucho a los Taiping. Para 1859 los Qing ya rodeaban Nanjing. Parecía el fin hasta que apareció Li Xiucheng (“rey leal”), quien burló el asedio fingiendo un ataque masivo a Hangzhou usando estandartes Taiping para simular un ejército mucho mayor. Los Qing retiraron tropas para defender Hangzhou y Li aprovechó para atacar al resto del ejército Qing cerca de Nanjing. Esta victoria revitalizó temporalmente al movimiento Taiping.
Intervención Extranjera: De Aliados a Enemigos
En ese contexto internacional intervienen Reino Unido y Francia. Inicialmente simpatizaron con los Taiping por su retórica cristiana y por debilitar al imperio Qing. Sin embargo, tras la Segunda Guerra del Opio (1856-1860), las potencias occidentales consideraron preferible un gobierno estable y percibieron a los Taiping como poco fiables debido a sus excesos.
Así nace el “Ejército Siempre Victorioso”, una fuerza china dirigida por oficiales extranjeros como Charles Gordon (“Gordon el chino”), que resultó clave en la derrota taiping.
En 1861 los Taiping atacaron Shanghái (bajo influencia occidental), pero fueron derrotados tras duros combates en noviembre de 1862 pese a superioridad numérica.
El Final: La Tercera Batalla de Nanjing
Los Qing reorganizaron sus fuerzas con ejércitos provinciales descentralizados como el “Ejército Xiang” al mando de Zeng Guofan y su hermano Zeng Guoquan. En marzo de 1864 asediaron Nanjing con medio millón de soldados frente a unos 400.000 taiping.
Durante cinco meses se libró la brutal tercera batalla por Nanjing: cientos de miles murieron, incluyendo numerosos civiles. Hong Xiuquan murió el 1 de junio de 1864 (no está claro si por suicidio o enfermedad). Cuando Zeng Guofan finalmente tomó la ciudad se produjo otra masacre: cerca de 100.000 personas fueron asesinadas. El último líder militar taiping importante, Li Xiucheng (“rey leal”), fue capturado y ejecutado; lo mismo ocurrió unos meses después con el hijo de Hong Xiuquan. La resistencia residual taiping fue rápidamente sofocada.
Consecuencias e Impacto
La devastación fue absoluta: millones desplazados, ciudades destruidas, crisis humanitaria sin precedentes. Los Taiping introdujeron reformas importantes como la abolición del vendaje de pies y la promoción relativa de la igualdad de género (las mujeres podían servir en el ejército y ocupar puestos gubernamentales). Además, debilitaron seriamente al gobierno Qing, agotando sus recursos y contribuyendo a su caída definitiva en 1912.
La Rebelión Taiping inspiró movimientos revolucionarios posteriores; Mao Zedong llegó a considerarla un antecedente del comunismo chino. La despoblación del delta del Yangtsé llevó a una revalorización del trabajo sobre la tierra y favoreció cierto reparto forzoso de propiedades.
La Rebelión Taiping dentro del "Siglo de Humillación"
La Rebelión Taiping se inscribe dentro del llamado “siglo de humillación” chino (1839-1949), marcado por derrotas militares, invasiones extranjeras, pérdida territorial e imposición de tratados desiguales:
- Primera Guerra del Opio (1839-1842): cesión forzosa de Hong Kong al Reino Unido.
- Segunda Guerra del Opio (1856-1860): nuevas derrotas ante británicos y franceses.
- Rebelión Taiping (1850-1864): guerra civil devastadora.
- Guerra Sino-Japonesa (1894-1895): derrota frente a Japón y pérdida de Taiwán.
- Rebelión Bóxer (1899-1901): represión internacional con más sanciones.
- Invasión japonesa (1931-1945): atrocidades como la masacre de Nanjing.
El Partido Comunista Chino considera que este periodo termina en 1949 con el establecimiento de la República Popular China.
La Rebelión Taiping es uno de los conflictos civiles más brutales e influyentes de la historia moderna; sin embargo, sigue siendo muy poco conocido fuera de Asia. Entenderla es clave para comprender tanto la historia moderna china como las raíces profundas del siglo XX oriental.