Es febrero de 1909, a orillas del río Lawton, en Oklahoma. Un indio cae de su caballo completamente borracho. Nadie le socorre y pasa una noche helada en el agua. Ese mismo mes muere de una pulmonía.
Pero no era un indio cualquiera. Era Gerónimo, el último jefe indio en resistir a las fuerzas norteamericanas, Su propia hija Naiche dijo de él: "No era un buen hombre. Nunca oí nada bueno de él. La gente nunca dice que hizo cosas buenas".
Pero vamos al principio de la historia.
Gerónimo nació el 16 de junio de 1829 en un campamento cercano al río Gila, entre la zona de la Mesilla y la alta California que por aquel entonces formaba parte del territorio de Sonora, en México.
Bautizado en su lengua nativa como Goyaalé, "el que bosteza", ha pasado a la historia como Gerónimo un nombre que haría temblar a sus enemigos y resonaría en la historia.
Parece que ese nombre podría ser una una mala pronunciación por parte de los mexicanos de su auténtico nombre indio. Los apaches bedonkohe, eran ya en aquel entonces una población prácticamente sedentaria que se dedicaba a cultivar judías, maíz y patatas.
Aunque algunas veces realizaban algunos robos –apachu significa enemigo en lengua zuñi, y de ahí deriva el nombre que les pusieron los españoles–, pero generalmente sus relaciones con los mexicanos eran pacíficas.
Gerónimo hablaba español además de apache, lo que le dio ventajas en sus tratos con mexicanos.
Parece que estaba bautizado.
Y todo esto porque cuando nace Gerónimo, Arizona es Mexicano. Antes de 1821 Arizona formaba parte del territorio español en América del Norte, pero tras la independencia de México, Arizona pasó a ser parte del territorio mexicano.
Las relaciones de los apaches con los españoles, desde 1540 en que se encuentran por primera vez. Los apaches atacaron a los españoles, que después les intentaron evangelizar. Pero también los españoles se aliaron con los apaches contra los comanches. Ambos grupos competían por las mismas áreas de caza, especialmente los territorios de búfalos.
Los comanches eran considerados "la nación salvaje más poderosa de América del Norte" y estaban en proceso de expansión, lo que los llevaba a chocar con otras tribus, incluidos los apaches.
Además los comanches estaban armados y apoyados por los franceses, lo que les daba una ventaja militar sobre los apaches.
Los apaches a menudo buscaban la protección de los españoles contra los comanches, lo que intensificaba la rivalidad entre ambos grupos.
En 1724, España ayudó a los apaches cuando fueron expulsados del Alto Arkansas por los comanches. En 1779, 200 apaches se unieron a 600 soldados españoles en una expedición contra los comanches, derrotando al jefe Cuerno Verde.
Además hubo muchos momentos de comercio entre españoles y apaches.
Pero todas estas relaciones, ya complicadas, iban a cambiar a peor con la independencia de México en 1821.
La expansión de los asentamientos mexicanos en el norte presionó a los apaches, empujándolos hacia territorios más remotos y reduciendo sus áreas de caza.
Los apaches y los mexicanos competían por los mismos recursos limitados en las áridas regiones del norte.
Los ataques y represalias de ambos lados generaron un ciclo continuo de violencia y venganza.
En muchas ocasiones, tanto en México como en Estados Unidos se utilizó el alcohol como una forma de conseguir doblegar la voluntad de los indios.
A los indios les costaba mucho resistirse al alcohol por eso tanto los mexicanos como los americanos ofrecían alcohol a los apaches para conseguir que se emborracharan y una vez lo habían hecho aprovechaban que estaban fuera de combate para atacar sus poblados sin defensa.
El gobierno mexicano adoptó una política de exterminio contra los apaches, considerándolos "bárbaros" y negándoles el estatus de nación.
Pero muchas veces la lucha contra los indios no era cosa del gobierno federal sino de los gobiernos de los estados fronterizos.
Las Contratas de Sangre fueron una serie de leyes decretadas por el Congreso de Chihuahua, México, a partir de 1839, que ofrecían recompensas económicas por matar a miembros de las tribus apaches. Se realizaron como respuesta a los ataques de los apaches contra asentamientos mexicanos.
Se pagaba por las cabelleras de los apaches asesinados:
100 pesos por una cabellera masculina
50 pesos por una cabellera femenina
14 pesos por la cabellera de un niño
Aunque las contratas oficiales terminaron en la década de 1880, la práctica de matar apaches sin consecuencias continuó hasta la década de 1940.
Estas leyes llevaron a un genocidio sistemático de los apaches, con cazarrecompensas como James Kirker cobrando grandes sumas por matar indígenas.
El gobernador Ángel Trías se opuso firmemente a estas leyes, denunciándolas como sangrientas e inhumanas.
Como resultado de esta persecución, muchos apaches tuvieron que ocultar su identidad, lenguaje y costumbres para sobrevivir.
Pero el territorio de los apaches iba a estar en el centro de un conflicto mayor.
Texas se independizó de México en 1836 y fue anexada por Estados Unidos en 1845, lo que México consideró una violación de su soberanía.
Además había desacuerdos sobre la frontera entre Estados Unidos y México. Estados Unidos afirmaba que la frontera era el Río Grande, mientras que México decía que era el Río Nueces.
La doctrina del "Destino Manifiesto" impulsaba a Estados Unidos a expandirse hacia el oeste.
En abril de 1846, tropas estadounidenses y mexicanas se enfrentaron en el área disputada entre los ríos Nueces y Grande.
En mayo de 1846, el Congreso de Estados Unidos declaró la guerra a México, y tras varias batallas y la batalla decisiva de Chapultepec en septiembre de 1847, que llevó a la captura de la Ciudad de México, México capituló.
Tratado de Guadalupe Hidalgo: Firmado el 2 de febrero de 1848, puso fin a la guerra. México cedió un vasto territorio a Estados Unidos (California, Nevada, Utah, Arizona, Nuevo México, Colorado y Wyoming) a cambio de $15 millones.
La frontera entre ambos países se estableció en el Río Grande.
En cuanto a Arizona, la parte de Arizona al norte del río Gila pasó a formar parte de Estados Unidos, específicamente del Territorio de Nuevo México.
Pero Estados Unidos no se iba a conformar solo con una parte, e iba a tener lugar uno de los episodios más vergonzosos de la historia de México: la llamada"Venta de La Mesilla" que se firmó el 30 de diciembre de 1853 y entró en vigor el 8 de junio de 1854.
Por esa venta Estados Unidos pagó a México $10 millones por una porción de (76,800 km²) que hoy forma parte del sur de Arizona ( al sur del Río Gila) y el suroeste de Nuevo México.
Ciudades como Tucson, Yuma y Tombstone quedaron en territorio estadounidense.
Ocurrió en un momento de inestabilidad política y financiera en México, lo que influyó en la decisión de vender el territorio.
La venta de la mesilla fue importante para Gerónimo porque el vivía cerca del Río Gila.
Durante gran parte de su vida adulta, se movió entre Arizona, Nuevo México y el norte de México, liderando ataques y evadiendo a las fuerzas militares.
Esta compra tuvo un efecto muy grande en la población indígena. Llegaron colonos y mineros, y el gobierno de EE.UU. implementó políticas que a menudo implicaban reubicaciones forzosas y tratados incumplidos con las tribus nativas.
Se establecieron fuertes militares en la región, como Fort Buchanan en 1857, para proteger a los colonos y viajeros de las incursiones Apache.
El acontecimiento más importante en la vida de Gerónimo fue la masacre de Kas-ki-yeh ordenada por el gobernador Terrazas de México cerca de la ciudad de Janos en el estado de Chihuahua. Curiosamente no está claro si la masacre ocurrió en 1858 o como dicen otros autores en 1851.
En esa masacre, los soldados mexicanos asesinaron a la esposa de Gerónimo, tres de sus hijos y su madre.
En sus propias palabras, Gerónimo describió cómo se enteró del ataque: "Una tarde, ya a última hora, cuando volvíamos de la ciudad, nos salieron al encuentro unas pocas mujeres con niños, y nos dijeron que tropas mexicanas de alguna otra ciudad habían atacado nuestro campamento, matado a todos los guerreros de la guardia, capturado todos nuestros caballos, destruido nuestras reservas de víveres y matado a muchas mujeres y muchos niños."
En todo caso la masacre era consecuencia de una guerra constante entre los indios apaches y los mexicanos. Los apaches habían estado realizando incursiones y ataques contra asentamientos mexicanos durante mucho tiempo antes de 1851. Los apaches atacaron ranchos, haciendas, aldeas y viajeros, causando pérdidas de vidas y bienes.
Hubo un enfrentamiento significativo entre los apaches y las fuerzas mexicanas en un lugar llamado "Pozo Hediondo" antes de la masacre de Kas-ki-yeh.
El 21 de enero de 1851, Mangas Coloradas lideró un ataque contra Bacoachi, matando a seis personas y capturando a otras cinco.
Este evento trágico marcó un punto de inflexión en la vida de Gerónimo, transformándolo de un miembro común de la tribu apache a un feroz líder guerrero.
Este acontecimiento desencadenó años de conflicto y resistencia liderados por Gerónimo contra los gobiernos de México y Estados Unidos, convirtiéndolo en uno de los líderes apaches más temidos y famosos de la historia
Gerónimo juró entonces vengarse y se asoció con Cochise, el jefe de los apaches chiricahua. Juntos atacaron Sonora, donde murieron numerosos soldados mexicanos. En los años siguientes se sucedieron los ataques a diversas ciudades.
En 1861, el ejército de Estados Unidos comenzó una guerra contra Gerónimo con la intención de acabar con él y sus incursiones. Para lograr su objetivo, durante diez años las tropas norteamericanas perpetraron atrocidades de todo tipo contra las poblaciones apaches. En supuestas reuniones de paz, el ejército de EE. UU. asesinó a sus caudillos y les impuso como condición para poder salvar sus vidas la reclusión de su tribu en reservas.
Gerónimo adquiere una condición legendaria. Quienes lo despreciaban y temían sostenían con firmeza que Gerónimo poseía cualidades mágicas. Entre estas, resaltaban su capacidad para encasquillar los rifles de sus adversarios y para otorgar inmunidad a las balas a quienes montaban a su lado. Él mismo afirmaba que no existía una bala capaz de matarle
Pensaban que era un sanador y conocedor de hierbas, con poderes visionarios. Se le atribuía el poder de traer lluvia a voluntad y alargar la caída de la noche.
Gerónimo utilizó diversas tácticas para eludir la captura. Realizaba incursiones veloces, frecuentemente en noches de luna llena, emboscando a caravanas y viajeros y retirándose rápidamente a zonas seguras.Después de los ataques, se dispersaban para dificultar su persecución y se escondían en la zona de Sierra Madre Occidental que conocían muy bien, moviéndose constantemente y utilizando la frontera entre México y EE. UU. para escapar.
En 1871, el jefe apache Cochise, aliado de Gerónimo, aceptó rendirse y su pueblo fue confinado en cuatro reservas situadas en Nuevo México y Arizona. Aquella "paz" duró poco ya que en 1877 las autoridades norteamericanas dieron la orden de trasladar a los apaches a la reserva de San Carlos.
Aquella decisión también enviaba un mensaje a Gerónimo que acudió a parlamentar. Sin embargo, no se respetó la tregua: los soldados estadounidenses lo atraparon, cargaron de cadenas y encerraron en una prisión militar durante cuatro meses. De allí salió sólo para ser trasladado a la reserva de San Carlos, junto con sus compatriotas.
El 30 de septiembre de 1881 hubo una sublevación en la reserva ante el miedo a una supuesta operación para arrestar a los elementos más beligerantes. En aquella revuelta, 375 apaches, entre ellos 74 guerreros, escaparon de San Carlos y sembraron, con Gerónimo a la cabeza, el terror allí por donde pasaron. Instalado en la Sierra Madre, Gerónimo buscó la manera de liberar a los que se habían quedado en San Carlos.
Para ello propuso una expedición para sacar de allí a los descontentos, que en realidad eran una minoría, y robar de paso todo el ganado que pudieran. El 16 de abril, el líder apache atacó la reserva al grito de: "¡Cogedlos a todos! ¡Disparad a todo aquel que se niegue a venir con nosotros!". En realidad, muchos de los 179 apaches "liberados" que se vieron obligados a partir con el grupo de Gerónimo lo hicieron a punta de rifle. En aquella época, los apaches llevaron a cabo la más violenta razia de su historia, robando, quemando a mujeres, arrojando a niños blancos contra cactus y torturando a blancos e indios sin excepción.
Durante los años siguientes, Gerónimo esquivó a mexicanos, estadounidenses y cazarrecompensas.
En mayo de 1883, el Gobierno de EE. UU., harto de Gerónimo, ordenó realizar operaciones en México, sin contar con la autorización del Gobierno de aquel país, para dar caza a los saqueadores.
Muchos apaches se unieron a la captura de Gerónimo, que finalmente fue cercado por el general Crook en la Sierra Madre.
Crook prometió tratar como amigo al líder apache si se rendía e iba a Estados Unidos de forma pacífica.
Gerónimo, accedió, porque temía a los mexicanos más que a los españoles, y con razón. Pero tardo en aparecer. El general Crook esperó a Gerónimo durante meses, e incluso en el Congreso estadounidense se llegó a debatir si no sería Crook el que había sido capturado y no al revés.
No fue hasta finales de 1883 cuando Gerónimo, que había sido acorralado en México, apareció por sorpresa en la reserva de San Carlos.
Durante algún tiempo, Gerónimo dio algún que otro problema en la reserva debido a su adicción al alcohol. Pero fiel a su espíritu libre, organizó una nueva revuelta y huyó con un pequeño grupo de partidarios.
Se dio la orden de buscar y capturar a Gerónimo, enviándose 3000 soldados (la tercera parte del Ejército estadounidense de la época) y ofreciéndose una recompensa de 20 dólares estadounidenses.
Sorprendido en la Sierra Madre occidental, por un grupo de soldados estadounidenses que habían realizado otra incursión ilegal en territorio mexicano, Gerónimo y sus lugartenientes prometieron verse con Crook en la frontera.
El 25 de marzo de 1886 acudieron a su cita. Pero con una sorpresa. Iban totalmente borrachos. Se dice que el general Crook les dijo:: "O se rinden o les mataré aunque me lleve 50 años". A lo que Gerónimo respondió: "Me entrego. Una vez fui como el viento. Ahora me entrego ante ti, y eso es todo".
El propio Crook afirmó que la rendición final de Gerónimo y su reducido grupo se consiguió gracias a los apaches que permanecieron fieles al Gobierno".
Los apaches (tanto seguidores de Gerónimo como los que sirvieron al ejército estadounidense) fueron enviados al fuerte Marion, en Florida, EE. UU., en donde las condiciones de vida a que fueron sometidos causaron numerosas muertes por enfermedades.
Gerónimo fue recluido en la prisión de Fronteras (Sonora), durante tres años. Transcurrido este tiempo, fue obligado por Estados Unidos a permanecer, lejos de su tribu, en una reserva india en Oklahoma, sin que tuviese la ocasión de ver de nuevo a su pueblo.
En la Exposición Panamericana de Búfalo (1901), una parte de las atracciones era Villa India, donde se representaban las costumbres de los pueblos originales de Norteamérica. Cerca de setecientos indígenas en representación de cuarenta y dos tribus conformaban el Congreso Indio, entre ellos serpiente loca y Gerónimo, líderes de la resistencia india, hechos prisioneros por el Gobierno Federal, quienes fueron llevados a la cita fuertemente custodiados por soldados. Allí fueron expuestos junto a un caballo que sumaba y restaba y a un chimpancé que usaba cubiertos, montaba en bicicleta y tocaba el piano.
Gerónimo estuvo también en la Exposición Universal de San Luis (1904) donde vendía arcos y flechas y firmaba fotografías de sí mismo.
Murió a los 79 años de edad.
Pero su leyenda no acabó con su muerte. Seis miembros de la sociedad secreta de Yale llamada Skull and Bones, incluyendo a Prescott Bush, que servían como voluntarios del ejército en Fort Sill durante la Primera Guerra Mundial, fueron acusados de haber robado la calavera de Gerónimo y algunos artículos personales de este jefe apache, incluyendo sus riendas de plata, del Cementerio Apache de Prisioneros de Guerra en Fort Sill, Oklahoma. Supuestamente esos objetos estarían en Yale.
En muchas películas y series de televisión los personajes que se lanzan en caída libre suelen gritar su nombre como forma de adquirir valentía ante el salto. La costumbre ha terminado trascendiendo para el lenguaje coloquial en general y para cualquier situación físicamente arriesgada, con saltos o no. Según la versión más difundida, la expresión nació en 1940 en el seno de un regimiento estadounidense de paracaidistas que estaba entrenando, los cuales habrían visto juntos una película sobre el apache poco antes de realizar sus primeros saltos.